junio 30, 2015,

¡Que vengan los bomberos!
por José Hernández

La situación es normal y bien conocida: Has pasado un día de extraña calma en la agencia, respondiste mails, hiciste algunas correcciones y hasta tuviste tiempo de ver videos que, por suerte, detonaron un par de iniciativas. Las horas trascurrieron con la (a)normalidad de un día tranquilo, de pronto alguien llama a tu extensión y aunque te niegas a contestar porque ya casi es hora, sabes que no tienes escapatoria: “¿Bueno?“ Entonces, al otro lado de la línea escuchas la voz del Ejecutivo de Cuentas. De inmediato suenan las alarmas, se encienden los focos rojos y la hora de salida se aplaza hasta nuevo aviso. Y es que algunos incendios no son de fuego, no queman ni destruyen pero cuidadito con dejarlos correr. Sí señores, tenemos bomberazo. En definición, un bomberazo es la manera en que los bomberos realizan sus actividades a toda prisa y con gran acierto, pero también se refiere a la denominación que se le da hoy en día a todo trabajo solicitado en el instante y que muchos jefes piden argumentando: “Es para ayer.” Es aquí cuando la adrenalina corre, las máquinas vuelven a encenderse y las ideas comienzan a fluir. El cliente necesita nuestra ayuda creativa y se la vamos a dar. De eso se trata nuestro trabajo, de tener la capacidad de reaccionar y ser asertivos ante el reto que implica pensar, diseñar, desarrollar y presentar un material adicional, un evento sorpresa o una campaña urgente, todo en menos de 24 horas. Para ello, los publicistas hemos desarrollado técnicas de supervivencia que van desde espantar el sueño con una buena taza de café o salir a tomar un respiro de inspiración en la terraza, hasta reír en equipo para aligerar la desvelada y algunas veces –debemos reconocerlo- hasta golpear la cabeza contra el teclado para encontrar la idea ganadora en medio de la noche. Pero eso sí, enfrentar los retos sin titubear está en nuestra naturaleza, sólo nosotros sabemos que nada se compara con la satisfacción de ver tu trabajo publicado. Aprendimos a disfrutar ese momento en el que todo el esfuerzo extra tiene sentido, en el que sonríes, te felicitas a ti mismo con un sincero “Valió la pena” y vuelves a comenzar. Porque, si de algo estamos seguros, es que los bomberazos nunca terminarán pero sin ellos, los publicistas seguramente no seríamos publicistas. José Hernández Creative Director