octubre 11, 2017,
¡Es para ayer!
por José Hernández
Existe una mentada frase que todos los creativos odiamos (o tal vez ¿amamos?): es para ayer. Todos conocemos su significado en este mundo de agencia creativa, sí, tal cual como lo pensaste, “estrés.” Una mañana o una tarde cualquiera suena el teléfono, ves en tu conmutador la extensión de cuentas y por dentro tus pensamientos más obscuros se hacen presentes: ya me atoraron, ¿es neta, en serio? segundo turno o hasta tercero ¡seguro! Sabes que hay algo detrás de ese auricular que carga con una sobredosis de adrenalina como si fuera una escena de película de terror, y ahí es cuando te dicen: “cambiaron la idea y es para ayer”. Esto detona ese rush, porque sabes que ¡esto urge!, ¡es tiempo de crisis! No tienes ni idea si la tarea será sencilla o estarás frente a una batalla infinita que implica una ronda ilimitada de cambios, comenzar desde el principio o ese vaivén de opiniones encontradas… en pocas palabras, sabes que tienes un montón de cosas por hacer. Ves el reloj y solo te restan 4 horas para afrontar la misión, aquí es cuando entra el instinto (rapidus teminaremus) en el que debes dar ese 500% de esfuerzo, porque creativos somos y es momento de salvar al mundo luchando contra el monstruo de seis cabezas que está frente a nosotros. Y como en una película, hay que resolver el misterio de la mejor manera, porque sabemos cómo hacerlo: comenzamos tomando nota minuciosamente de cada detalle, de cuántos cambios son y analizando el tiempo para ¡desactivar la bomba! Transcurren las horas, el tiempo pasa, nos persigue ese tic tac del reloj de pared, tomamos café y Morfeo quiere apoderarse de nosotros, pero no lo dejamos vencernos. Ya falta poco, desearías tener el poder de detener el tiempo o retrocederlo, darle marcha atrás y tenerlo “para ayer”. Detrás de ti está cuentas, el VP y por si fuera poco, el cliente. Siguen pasando las horas, envías cambios, envías propuesta nueva, hacen correcciones, regresan, cambia esto, bájale un poco, ¿y si le movemos a esto?… y ¡pum!, llega esa divino mensaje que dice: estamos ok. Ahí es donde sabes que todo tu esfuerzo y dedicación han valido la pena, que por fin terminaste por el día de hoy, y que tenemos a un cliente satisfecho y contento, pero lo más importante que fue el trabajo en equipo lo que ayudó a cumplir la misión. Aquí no existen capas, trucos, súper poderes, ni un “y ahora, ¿quién podrá salvarnos?”, lo que sí existe, es un gran equipo detrás de ti que te apoya y que no te dejará morir en el intento de librar esas duras batallas. Cada equipo es un batallón que enfrenta, no sólo a un monstruo de seis cabezas, sino a varias especies de monstruos, todos los días. Todos conocemos esta famosa frase y puede ser que para cada uno implique algo diferente, pero de algo estoy seguro: todos conocemos la satisfacción de dominar la presión y construir junto a nuestros clientes, legiones de fans a través de mensajes que trasciendan y que aunque sean para ayer, creen la publicidad de hoy. José Hernandez Creative Director