diciembre 2, 2021,

¿NOS GUSTA SER MOTIVADOS POR “INFLUENCERS”?
por Nayeli Jessel

Fue un tanto difícil definir sobre qué escribir, ya que en este mundo llamado marketing, hay un sin fin de temas que pueden abordarse. Pero un día, “scrolleando” mi celular, me dirigí a comprar unas botas que vi en el unboxing de una chava que sigo en Instagram. 

En ese momento me di cuenta que había encontrado el tema del que quería escribir. En lo personal -aunque me dedico a esto- aún hay una lucha constante en mi cabeza cuando me veo motivada por “influencers”. 

Todos sabemos que los “influencers” están en todos lados y sí, me atrevo a ponerlos entre comillas, porque estamos en un punto donde llamarte así puede ser relativo. Están en mi vida incluso cuando recibo un “brief” para un proyecto donde es indispensable hacer la propuesta de “influencers” que participarán en la campaña. 

¿Y por qué están en todos lados? La respuesta es simple: hoy todos tienen un celular y crean contenido, suben fotos del postre que compraron en un restaurante, hacen reseñas de productos, piden intercambios a marcas nuevas a cambio de que sus 3K seguidores conozcan sus productos o inclusive, participan en campañas hablando de temas con los que no están familiarizados. Todo lo anterior, solo por el simple hecho de que pueden llegar a una gran audiencia (Ok, sí, esta fue una pedrada para el Partido Verde).  

En resumen, estamos bombardeados por personas que recomiendan marcas, servicios, productos y crean contenido alrededor de ellas. Algunos pueden parecer involuntarios, pero en la mayoría de las veces son anuncios publicitarios que tienen una marca detrás y un pago de por medio. 

Creo que aquí, el punto más importante a tocar es la responsabilidad que le corresponde a cada uno. Por un lado, el consumidor debe decidir de manera inteligente quién puede influir sobre él y, por otro lado, las marcas deben profesionalizar y subir el estándar de los perfiles que usan para comunicar sus productos.

Entonces, yo te pregunto: ¿Qué tanto influye en tu vida una persona con un celular en la mano?

Y por cierto, al final, sí me compré las botas. 

NJO