marzo 8, 2022,

Las Pérdidas
por Itzel López

En realidad, he de confesar que cuando pensaba en qué escribir me llené de emoción, ya que me considero una copy de clóset.  A lo largo de mi carrera siempre he tratado de aprender de absolutamente todo, aunque no sea directamente relacionado con mis responsabilidades o trabajo directo. Y pensando en qué escribir en esta ocasión, que tuviera relevancia para una sociedad que vive más rápido de lo que se da cuenta, pensé inmediatamente en las pérdidas que nos rodean constantemente, en los duelos que todos hemos tenido que atravesar para llegar a donde estamos, en esas pérdidas que en muchas ocasiones son personales, en otras laborales, pero al final son pérdidas.

Pocas personas saben que hace varios años tuve una hija y falleció, sin duda fue una época oscura y de mucha resiliencia en mi vida. Hoy después de agradecer y ver con otros ojos esa experiencia, sé que no sería la persona que soy el día de hoy (y tal vez no hubiera logrado todo lo que he logrado hasta el momento), sin haber pasado por ese capítulo, pero esto no quita lo doloroso que fue en su momento.

La realidad es que todos los días perdemos algo: juventud, tiempo, algún objeto favorito, una mascota, un pitch, un amigo, el proyecto de tus sueños, un ser querido… En fin, estamos rodeados de estas pérdidas constantes y lo que nos toca es afrontarlas ya que siempre vienen acompañadas de una ganancia, una lección, un aprendizaje, una nueva historia o una nueva vida.

Deseo que todos los que están pasando por una pérdida o duelo lo hagan abrazando ese dolor que viene de la mano con el proceso y que nos hace sentir vivos; incluso deseo que puedan disfrutarlo, porque es parte de esta aventura llamada vida. Una pérdida implica forzosamente nuevos capítulos y horizontes, abre puertas a nuevas experiencias y conlleva la esperanza e ilusión de dejar el duelo atrás para reinventarse como lo hace la publicidad cada segundo.

Piénsalo, hoy puede ser el primer día de tu siguiente vida.

Con amor,

I.