septiembre 29, 2022,
¿NOSTALGIA O ESTRATEGIA?
por Denisse Reynoso
Un poco a modo de espíritu post-pandemia, otro poco porque esa mezcla de tristeza y placer tiene lo suyo (ya lo decía Don Draper en el genial S1E13 de Mad Med), pero pareciera que la nostalgia se puso de moda. Basta con poner nuestra plataforma de streaming preferida. El regreso y el remake de series y películas son una pista de cuánto anhelamos tiempos pasados.
Aunque, en mi opinión, este mix retro-futurista-centennial no es casual, y seguramente las principales plataformas de streaming (que hoy en día también son grandes productoras y factorías de contenido), lo tienen muy estudiado.
¿O a quién no le entusiasma la idea de volver a ver Jurassic Park y sentir lo que sintió hace años, está vez en compañía de sus hijos o sobrinos con efectos mucho mejores?
Si me apuran, creo que todo empezó con Stranger Things: una serie ambientada en los maravillosos años ochenta que puede ser vista y disfrutada tanto por alguien de la Generación X como por un Z, con referencias a sus respectivas adolescencias. Más allá que desde que se estrenó la serie, cuesta encender la tele y no encontrar un niño en bicicleta con estética ochentosa.
Y después está la dirección de arte. Si prestamos atención, muchas de las series más exitosas de los últimos años podrían transcurrir en cualquier lugar del mundo, y en cualquier época. Con tramas y temas que, con diferentes matices, pueden interesar tanto a padres como a hijos. Pongamos por ejemplo Sex Education. Una serie que está ambientada en un instituto de Gran Bretaña que parece más un high school yankee de los ‘80, y donde sus personajes si bien usan smartphones, tienen bicis vintage y viven en casas decoradas con estética escandinava de los setenta.
Esto, me arriesgo a suponer, puede deberse a que el contenido tiene que funcionar en diferentes países y para diferentes públicos…Pero capaz es cosa mía. De lo que estoy segura, es que eliminando la variable tiempo-espacio de la ecuación, todo se vuelve más global e intergeneracional. Y mientras siga siendo entretenido, que esto solo valga de análisis (nunca de crítica). The show must go on.
Denisse Reynoso