octubre 11, 2023,

DE JOHN LYDON A JOHNNY ROTTEN
por Alejandro Tamayo

Hace unos días estaba viendo la miniserie PISTOL de Danny Boyle, que narra la historia del origen y declive de los Sex Pistols. Soy fan de la banda y siempre hubo una anécdota que me llamó la atención, pero primero un poco de contexto.

La formación original tenía otros integrantes, Steve Jones (el guitarrista) era originalmente el cantante, pero el tipo sufría de pánico escénico y en el primer concierto se bloqueó y abandonó el escenario, razón por la cual Malcolm McLaren, el visionario manager, se puso en la tarea de buscar un nuevo cantante y que el buen Steve se dedicara a aprender a tocar la guitarra; sí, no sabía tocar… el punk amigos, el punk.

Aquí es donde viene la anécdota. Malcolm McLaren tenía una famosa boutique en Londres con su esposa Vivienne Westwood, SEX, que fue la encargada de popularizar la moda punk en todo el Reino Unido. Un día entró a la tienda un joven, delgado, muy delgado, con look harapiento, cara de sicópata, mirada curiosa y dientes podridos. Empezó a recorrer la tienda, viendo todo con curiosidad, pero llamando al mismo tiempo la atención de Malcolm y de Steve por su aspecto “especial”. De repente, este personaje delgado, se acercó a una rocola que había en la tienda, puso la canción “I’m 18”, de Alice Cooper y empezó a cantarla de una forma muy particular, tan particular que le sirvió para convertirse en el nuevo cantante de la banda.

Hasta ahí la historia. Pero por qué llamó mi atención, se estarán preguntando; siempre lo hizo porque trataba de imaginarme una y otra vez cómo fue esa audición, cómo cantó, qué hizo, lo imaginé mil veces cantando como de hecho canta él, y dije: “ok, tiene sentido el tipo se devora cualquier escenario y la elección no pudo ser más acertada”…HASTA que vi la serie, porque fue muy revelador ver cómo sucedió en realidad.

En efecto, Jhonny, o Jhon Lydon, puso la canción, pero porque Malcolm y Steve lo retaron a hacerlo o no lo iban a dejar salir de la tienda, el tipo estaba absolutamente petrificado del miedo, con ganas de salir corriendo de ahí, sin embargo, lo hizo y mientras lo observaban minuciosamente, Jhonny, se giró, puso la canción, esta empezó a sonar y a él se le veía el terror en el cuerpo, en su mirada, todo parecía indicar que una vez más otro cantante de los Sex Pistols iba a bloquearse, salir corriendo y fallar, cuando de repente, de forma maniaca, con mirada perdida, empezó a cantar la canción frenéticamente, sus movimientos parecían los de una persona poseída por alguna especie de demonio o salida de un hospital psiquiátrico, ni Steve ni Malcolm lograban entender lo que pasaba y ahora el miedo, el terror, no estaban en Jhonny, estaban en ellos dos. Todo se transformó en la boutique, ahora eran ellos los que querían salir corriendo, pensando que Jhonny realmente les iba a hacer daño porque estaba loco, al punto que cuando terminó, Steve, con cara de terror lo miró fijamente y le dijo: WOW MAN, YOU ARE ROTTEN….(amigo, realmente estás podrido)…y así nació Jhonny Rotten.

Qué tiene que ver esto con la publicidad. Nada o mucho. Pero desde mi perspectiva, TODO. Nuestro trabajo es así, intimidante, incluso aterrador, al punto de bloquear cualquier cabeza y querer salir corriendo, pero en cada uno de nosotros está la capacidad de poner la canción, girar y hacer una presentación con fuego, que haga sentir terror, miedo, emoción, alegría, con ideas que tu público no espera, para que al final nos digan: WOW.

La publicidad es punk, no lo olviden, así que hagámonos sentir cada vez que agarremos un brief y devorémonos cualquier escenario.  Después de todo, lo peor que puede pasar es que cambiemos la historia con una banda de punk.